2012-2013

En este momento las obras alcanzaban otra dimensión no solo en cuanto a tamaño sino también en cuanto a concepto. Confirmé que quería seguir pintando y me volqué por entero a la pintura. Comenzaron a aparecer lugares imaginarios, frutos de una mezcla entre realidad y añoranza. El experimento con el collage, la cerámica incorporada a la pintura, el empleo del cemento se volvieron elementos muy propios y necesarios para mí. Se creó una especie de encantamiento por parte de los espectadores hacia las obras, una conexión entre mi fuerza interior llevada a las pinturas y el espectador